miércoles, 7 de enero de 2009

La porción negra de la vida y la comunicación


Observo:
Imágenes desoladoras de un pueblo en llamas.
Niños, adultos, jovenes, en fin, personas asustadas. Heridas.
Se trata de la combatida franja de Gaza.
Se trata de aquellas batallas que uno escuchaba cuando pequeño. Que todos han escuchado desde pequeños.


Israel, una vez más arremete contra los palestinos. Hamas arremete contra Israel. El punto no es quien tira la primera piedra. La cuestión es que se tiran piedras. Rocas. Misiles. Esquirlas que logran su cometido final: ultimar vidas.
Y uno lo ve.


El video que ví (disponible en http://www.youtube.com/watch?v=53q8Wf4_HtM) es grabado por uno como ud. o como yo, sólo que en Medio Oriente. No se trata de la BBC o de CNN. Es un celular que mira, recoge y lanza al mundo imágenes terribles.
Es el nuevo ojo que logra captar tu atención por sólo dos minutos para luego olvidarte.


Los medios han calado hondo y lo han hecho por la sed del "otro" que tenemos.
Queremos saber que le sucede al otro; por qué se cayó; por qué no puede levantarse; reirnos a carcajadas de su recaída; verlo levantarse; llorar angustiosamente; empatizar; apluadirlo, para luego verlo caer nuevamente. En el fondo, es algo así como vivir toda una vida en un par de segundos. Ser palestino herido, niño angustiado, camarógrafo en guerra, reportero de matanzas, simple observador. Es vivir otra vida.


Los medios muestran la realidad parcializada. Nos muestran ese infierno que fue Abu Ghraib; ese peregrinaje que fue la muerte de Mussolini y su señora; judíos exterminados como moscas; gente detenida en un estadio; una franja de muerte.


Por otro lado nos muestran las imágenes más bellas que podamos llegar a ver. Un río perdido en una ciudad muerta; gente sonriendo a una cámara; un bebé que abre sus ojos a la realidad; valles vírgenes; un orador esperanzado, etc.


Entonces, ¿qué son los medios?
¿Son algo maligno por traérnos las imágenes más crudas de las cuales no nos debimos haber enterado, como en el Siglo I donde nadie sabía lo que ocurría al otro lado del mundo?
¿Son algo enriquecedor de nuestra experiencia que hace que contemos con mayor conocimiento para así , en última instancia, saber más de nosotros mismos?
¿Son simplemente la diversión hecha pixeles u hojas, por las cuales transitamos un par de veces al día sin mayor incomodidad?
¿Son , las más de las veces, una señal de que no estamos tan sólos?


Respuestas hay varias.
Lo único que se es que tergiversados pueden llegar a servir de armas letales (o de destrucción masiva).
Rescato una frase de Susan Sontag de un maravilloso artículo: "Si antaño fotografiar la guerra era terreno de los periodistas gráficos, en la actualidad los soldados mismos son todos fotógrafos -registran su guerra, su esparcimiento, sus observaciones sobre lo que les parece pintoresco, sus atrocidades-, se intercambian imágenes y las envían por correo electrónico a todo el mundo. Cada vez hay más registros de lo que la gente hace, por su cuenta."
By Ferdinand Personne.

No hay comentarios:

Publicar un comentario