jueves, 12 de marzo de 2009

Matanzas en E.E.U.U. Y Alemania: Los Frankenstein de hoy


Los frankenstein de hoy:


Conocida por todos, Frankenstein es una novela gótica donde una persona crea a un monstruo, el cual luego, ante el rechazo de la humanidad, se propone vengarse de ella, aniquilando a los familiares de su creador.
Victor Frankenstein (creador del monstruo, ya que el gigante nunca tuvo nombre) desafía todo lo presupuestado por la ciencia hasta ese momento y crea un ser humano. El contexto en que se produce esta obra de Mary Shelley, es aquel del siglo XIX en donde la fe ciega en la ciencia y el progreso humano, eran las consignas con que se daba paso a una nueva sociedad donde no existiría la pobreza, se concretaría la igualdad entre los seres humanos, etc. Todo resultó ser un fracaso (tanto en la obra como en el mundo) y el esperpento humano se vuelve contra su creador eliminando a su parentela y su amor, Elizabeth. De ahí Victor lo busca afanosamente por cielo, mar y tierra, sin poder encontrarlo.

Dos son los temas que llaman la atención en esta novela y que son perfectamente aplicables hoy en día: la fe ciega en la ciencia (prueba de ello son los experimentos genéticos de que habla John Sulston en "El Genoma y la división de clases", Le Monde diplomatique) y la débil línea que separa el bien del mal.

Al segundo punto están dedicadas las líneas que siguen.

La frase que marca la delgada línea entre bien y mal es ésta que dice el monstruo: "¿Por qué solamente yo tenía que ser tachado de criminal, cuando toda la humanidad pecaba contra mi?"

El engendro se explaya sobre sus crímenes y lo que lo llevó a cometerlos. Señala que en un principio el sólo deseaba integrarse a la especie humana, disfrutar de la felicidad y amor. Pero eso se ve truncado producto del desprecio a que fue sometido por su horrible apariencia. De allí en adelante se dedicó a causar el mal, para saciar la venganza que corría por sus artificiales venas.

Me parece un tema de actualidad hoy, cuando sólo hace un día se produjeron matanzas de jovenes tanto en Alemania como E.E.U.U.

No puedo realmente entender las razones que puede tener una persona para matar a tantas otras. Salvo algún grado de desperfecto mental, la odiosidad a la que llega una persona que aniquila a otras, es incomprensible. Puede haber motivos de ira por burlas a las que son sometidos, un clima familiar insoportable que los lleva a cometer estos actos o simplemente el gusto de ver sangre correr debajo de los pies. Uno de los criminales señala: "Ya tengo bastante de esta vida que no tiene sentido, que siempre es igual. Todos se burlan de mí y nadie reconoce mi potencial. Ya tengo las armas aquí, mañana por la mañana iré a mi antigua escuela"
De sus palabras, podemos hacer otras preguntas: ¿Hay culpa también de sus compañeros? ¿Son culpables los aclamados y vilipendiados videojuegos? ¿Tiene incidencia que existan negocios donde se venden armas, al parecer, sin muchos requisitos? ¿Será que la violencia es normal en el ser humano? Puede ser. Tortura, decapitaciones, hombres humillados, son pan de cada día en la televisión e internet. Quizás se le va perdiendo el respeto a la vida humana. Una más no cuenta. Dos tampoco. Diez, cien, etc. Somos tantos.
En una de esas, en la mente de esos pobres jovenes atraviesan mil historias de incomprensión, ira, verguenza, humillación, sadismo, que los activan en orden a materializar el fin que guió los pasos del monstruo de Frankenstein: la pura venganza por un mundo que no supo entenderlos.

Pd: Un relato acerca del bien y el mal: "A sangre fría", del excepcional Truman Capote. Vea el comentario del libro aquí.

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